miércoles, 8 de febrero de 2017

Coria, en 1887, en la obra de D. Nicolás Díaz y Pérez

Extremadura. Monumentos, Arte, Naturaleza e Historia. (1887)
Autor: D. Nicolás Díaz y Pérez.

Coria aparece desde la página 753 (21 páginas):
lo que sigue es un pequeño extracto.
No aparecen grabados de Coria; sí de otras ciudades.

Hubo otra Cauria en la Bética; pero se diferenciaba de la de los vettones por su adjetivo de Siarum con que la denominan á una todos los geógrafos antiguos, y mayormente Strabón, reconociéndose en esta antigua mansión romana á la moderna Coria del Río. Ptolomeo dice que la Cauria Vetona era ciudad de la Lusitania, asentada en el límite de estas dos regiones, correspondiendo, por tanto, á la ciudad de Coria, situada á pocos kilómetros de la frontera portuguesa, y que en la actualidad conserva en pie importantes memorias de aquella época.

Romanas son las murallas que la circuyen, y tan enteras como si hiciera pocos años que se acabaran de hacer; romanas son las inscripciones que aparecen en sus campos, y romanas también las monedas y medallas halladas por los anticuarios.


Las murallas, mayormente, de esta ciudad vetona son admirables. Tal vez en Europa no haya otro pueblo que pueda presentar tan intactos sus muros romanos, aunque sencillos. 

 Las torres son cuadradas y las almenas planas por la parte superior; pero estos muros miden ocho metros de espesor y las puertas cuatro de ancho y cinco de alto. 

 Para penetrar por ellas era preciso salvar un ángulo de tres metros de ancho y cuatro de largo, defendido por el lienzo de la muralla y por dos torres colaterales. Desde lo alto del muro, por la parte interior, bajaba una gran compuerta, que cubriendo el arco de la entrada impedía pasar más adelante. Su canal de 0'28 de ancho, permanece aún. Seguíase luego por la parte de adentro una pequeña plaza de cuatro metros de ancha por tres de larga, puesta á cubierto por los muros que la circunvalaban y capaz de contener al enemigo, aun cuando forzase la compuerta. Nuestros arquitectos militares pueden hacer, á presencia de estos muros, curiosas observaciones sobre la arquitectura militar antigua.

 La muralla es casi circular, y comprende 480 metros de línea con unos cubos ó torreones que la enlazan, y miden cuatro metros de alto y distantes entre sí unos treinta y dos. 

Los muros ciclópeos de Tarragona son más antiguos; los de Mérida están mejor construidos por su vestimenta externa de piedras cortadas, y los de Badajoz de hormigón ó argamasa romana tan elevados como sólidos; pero ninguna de estas tres obras militares llegan á reunir la importancia arquitectónica de la de Coria, que indudablemente es lo mejor que de su tiempo se conserva en Europa.

Parécenos que Coria se muró en los primeros años de la dominación romana [nota: hacia 123 aC, Wikipedia], cuando ya era población antiquísima, y de alguna importancia, como parece indicarlo su primitivo nombre, Caurium. Algunos han creído que este nombre es de origen griego, (...). Este nombre está compuesto de celta Caer, Car (lugar fortificado) y del vascuence Curia (blanco). De los dos se formaría antiguamente Carcuria y luego Caurium y después Coria, que es lo mismo que Fortaleza blanca.



En las murallas romanas de esta ciudad hay un sinnúmero de piedras con inscripciones que ya no pueden leerse (...)


[Se ha conservado fielmente el texto original]




> Acceso a la obra completa (1019 págs., pdf): ver.


Nicolás Díaz y Pérez (Badajoz, 1841-Madrid, 1902) fue un cronista, periodista y escritor español.

Biografía
Nació el 6 de diciembre de 1841 en Badajoz.1 Cronista de Extremadura, fue autor de diversas obras sobre esta región,2 entre ellas el Diccionario histórico, biográfico, crítico y bibliográfico de autores, artistas y extremeños ilustres.3 a

Como periodista fue redactor en Madrid de los periódicos La Caza (1865), La Reforma (1865-1869), Los Sucesos (1866), El Amigo del Pueblo (1868-1869) y La República Ibérica.2 Dirigió El Hijo del Pueblo (1868-1869) y colaboró en diarios y revistas como El Bazar, El Museo Escolar, El Correo de la Moda y Gente Vieja.2 En Badajoz había sido redactor de El Museo Extremeño (1865), La Federación Extremeña (1871) y El Obrero Federal (1888).2 En ocasiones firmó como «El Plutarco extremeño» y «Nicomedes Durán y Pereda».2

De ideología republicana y perteneciente a la masonería,4 fue padre de Viriato Díaz-Pérez, emigrado a Paraguay.5 Falleció en Madrid el 16 de junio de 1902.2

Fuente: Wikipedia.




Datos de la publicación en archive.org:

España, sus monumentos y artes, su naturaleza e historia




Published 1884




Vol. 15 and 22 published by Arte y letras, Barcelona

27

Volume 7
Publisher Barcelona : D. Cortezo
Pages 1054
Language Spanish
Call number AIQ-4647
Digitizing sponsor University of Toronto
Book contributor PIMS - University of Toronto
Collection pimslibrary; toronto

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