Las primeras apariciones en los textos clásicos: Ptolomeo sitúa Caurium.
Fuente primaria: Geographia o Cosmographia (versión siglo XV).
> Claudio Ptolomeo (Wikipedia):
Claudio Ptolomeo (en latín, Claudius Ptolemaeus, y en griego, Κλαύδιος Πτολεμαῖος [Klaudios Ptolemaios]; Ptolemaida Hermia, c. 100 d. C.-Canopo, c. 170 d. C.) fue un astrónomo, astrólogo, químico, geógrafo y matemático griego.
Nombre en griego: Κλαύδιος Πτολεμαῖος
Nacimiento c. 100 Ptolemaida Hermia (Egipto, Imperio romano)
Fallecimiento c. 170 Alejandría o Canopo, Egipto, Imperio romano.
Residencia Alejandría
Otra gran obra suya es la Geographia, en que describe el mundo de su época. Utiliza un sistema de latitud y longitud que sirvió de ejemplo a los cartógrafos durante muchos años. Una de las ciudades descrita en esta obra es La Meca, en la península arábiga, a la que llama Makoraba. Esta obra contenía graves errores en cuanto a distancias; de hecho, se piensa que Colón terminó conociendo América producto de que en el mapa de Ptolomeo las Indias se encontraba notablemente más cercanas al navegar en esa dirección. En otro error, esta vez de metátesis, Ptolomeo escribe “katelanoi” haciendo referencia a los lacetanos, uno de los pueblos íberos asentados en la actual región de Cataluña, en la península ibérica.
Consultar: Cosmographia códice digitalizado creado en Italia entre 1460 y 1477, en la colección del duque de Calabria en Somni
Fuente: Wikipedia.
Archivos, bibliotecas, repositorios, instiituciones en los que hemos encontrado las copias digitales, exactas y fidedignas, de los valiosísimos documentos originales que compartimos en este blog, todos referidos a la más que bimilenaria historia de la Ciudad de Coria y también de sus primeros asentamientos humanos, así como a los 17 siglos de vida documentada de la Iglesia, Diócesis, Obispado de Coria.
Estos documentos, cronicones, libros, manuscritos, códices, han llegado a nosotros gracias, en primer lugar, a quienes los idearon y a quienes los escribieron, a quienes los supieron conservar durante tantos siglos y seguro que sufriendo enormes apuros para evitar el robo, la rapiña, la destrucción gratuita, las catástrofes naturales, los incendios: es casi un milagro que hayan llegado hasta el siglo XXI. En segundo lugar, y no menos importante, a quienes han hecho estas copias facsímiles, digitales, absolutamente fieles a los originales, que nos permiten tener ante nuestros asombrados ojos y mentes una gran parte del saber universal, del que somos herederos y continuadores, lo que nos inunda de alegría, acrecentada por la seguridad de que, al menos estas reproducciones digitales, jamás se perderán, a no ser que se destruya la civilización, pues las copias no solo están alojadas en los servidores de tantos repositorios, sino también en los humildes ordenadores personales, como el nuestro particular. Y, difundiendo por la red estos hallazgos, contribuimos a que la seguridad en su conservación sea indestructible.
Qué mejor homenaje a tantos copistas amanuenses que, quizá sin entender los signos que trabajosamente reproducían durante años, iluminándolos con una absoluta belleza, nunca soñaron que llegarían muchos siglos después al rincón más apartado de la Tierra.
Como en Extremadura hay un Repositorio con cientos de documentos, comenzamos por él (a fecha 18-04-2016):
RODA.
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